Música

lunes, 4 de junio de 2012

... Fly


Entonces me encontré flotando en la cama. Lo agarré con fuerza y lo agité de manera intermitente: movimientos suaves que llevaban a batimientos bruscos. Estaba encerrado en esa espiral de sensaciones que te impide pensar en otra cosa. Tuve un gran déjà vu que me hizo parar un segundo. Lo dejé atrás y continué sintiendo como antes.


Deseé que durase eternamente. No sentía absolutamente nada bajo mi cuerpo. Flotaba en mitad del universo como rendido a los placeres de la carne. Temía despertar de ese sueño porque las sensaciones se iban haciendo cada vez más inexplicables. Con el paso del tiempo mi cuerpo no era mío.

Ya no sentía mis manos: todo sentimiento era placer. Un placer continuo que recorría todo mi cuerpo. Llegaba a su fin pero pretendía prolongarlo. Pretendía prolongarlo pero no era dueño de mis manos, no era dueño de mi cuerpo. Mi miembro comenzó a palpitar rápidamente, y lo siguiente que recuerdo es cómo la ola de la vida salía rápidamente y en todas direcciones. Recuerdo emitir un gemido ahogado, como de auxilio.

Aterricé.

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