Música

domingo, 4 de noviembre de 2012

La feliz y triste realidad


Te das cuenta de lo que verdaderamente es felicidad, y la puedes distinguir de aquellas cosas que antes te obligabas a entender como felicidad. La felicidad no es una cosa o la suma de varias cosas. La felicidad es una mezcla indivisible de sentimientos, sensaciones y vivencias. La presencias y a la vez eres partícipe de la felicidad. La puedes tocar, la puedes sentir, pero a la vez no puedes manipularla a tu antojo. Tú no sabes cuándo vas a sentir felicidad; tampoco sabes cuánto va a durar, ni siquiera si lo que estás viviendo es verdaderamente felicidad. La idea de felicidad está totalmente en potencia de ser conseguida, pero desconoces la combinación secreta que puede liberarla.

La tristeza se vive de una forma radicalmente opuesta. Tienes el poder de  invocarla en cualquier momento. Ella vendrá a ti y te permitirá poder liberarla por motivos no entremezclados: sólo quiere una excusa. Además, tendrás la oportunidad de definir cuánto deseas que dure esa sensación de infelicidad. 

Lo cierto es que no hay una consecución lógica entre felicidad y tristeza: cuando termina una no empieza la otra. Son ideas casi opuestas. La prueba de ello es que se puede ser feliz tristemente y estar triste felizmente. 

Tristeza es lo que debe sentirse tras follar: vacío. Felicidad es lo que inunda tu cuerpo después de hacer el amor.